Fuente :
Esther Camuñas
Fundación Luís Vives
El pasado domingo, la selección de futbol española hizo realidad el sueño de ser campeona mundial por primera vez en la historia. Ante este logro es interesante identificar qué factores han sido determinantes para el éxito. Por eso, hemos identificado 5 ingredientes del futbol español en este mundial que pueden ser transferibles al Tercer Sector y sus organizaciones:
· Liderazgo de equipo vs liderazgo personal. Si algo podemos resaltar del juego de la selección española es que han hecho equipo y que cualquiera de los jugadores en el campo podía llevarles a la victoria. Siguiendo las instrucciones de Del Bosque han demostrado unas funciones claras y definidas con la versatilidad suficiente para cambiar de posición si el juego lo exigía.
· Una comunicación homogénea, consistente y con unos valores muy claros. En todo momento se ha transmitido un mensaje unívoco de constancia, esfuerzo y juego en equipo para la consecución de un mismo objetivo: "GANAR el MUNDIAL".
· Entrenar, entrenar y entrenar, pero con una estrategia definida y consistente. Del Bosque ha sacado el máximo rendimiento de cada uno de los jugadores, homogeneizando sus distintas habilidades y generando entendimiento dentro del campo, sin olvidarse de los reservas. A la vista de una estrategia definida y sin perder de vista su objetivo.
· Juego limpio. Si algo ha caracterizado a esta selección es la deportividad y el respeto por el fútbol, lejos de la agresividad y la pelea desmedida empleada por algunos de nuestros rivales. Un fútbol de calidad en el que destacan los valores humanos del grupo.
· Motivación. Juego decisivo, ganas, ilusión y pasión por su trabajo. La pasión por el fútbol es lo que mueve a los jugadores de la Roja.
Y bien, ¿qué podemos las organizaciones aprender de la selección española de fútbol y de su victoria en el Mundial 2010?
· Una buena gestión del equipo de trabajo comienza por la definición de puestos y funciones de cada uno de los miembros, con la flexibilidad suficiente para adaptarse al entorno y las necesidades de las personas más vulnerables por las que trabajan.
· Ejercer un liderazgo basado en los valores y la confianza de las personas de la organización. Confianza en las habilidades y competencias de todos sus miembros, desde voluntarios, técnicos a directivos.
· Es importante la definición de la misión, valores y visión en tu entidad, pues ayuda a no perder de vista el objetivo de lo que haces. Y esto es solo el comienzo de la definición de un plan estratégico que servirá como marco de referencia para tu organización y para la consecución de tus objetivos.
· Diferentes voces y un mismo mensaje. Una vez definida la misión y visión de tu organización, y compartida por todo el equipo, el mensaje tanto interno como externo será el mismo. Es clave en la comunicación el uso de un mismo mensaje y por tanto, la formación de portavoces (dirección, equipo técnico y voluntariado).
· La motivación de nuestro equipo y saber que trabajan en donde quieren trabajar es el comienzo del éxito de la organización. Motivados por lo que hacen, por horarios, por salarios, por un buen clima laboral, etc.
· Trabajo en red y liderazgo compartido. Como sector es crucial no olvidar que todas las organizaciones que lo componen trabajan para defender los derechos de las personas más vulnerables. En este sentido, a pesar de que los recursos sean limitados, es importante reducir el exceso de corporativismo y la lucha por los recursos en pos de un sector unido, articulado y con una misma voz y mensaje.
· Nuestro juego limpio es la transparencia y rendición de cuentas. El Tercer Sector ha de ganar su credibilidad ante la sociedad, la Administración pública, los medios de comunicación, las empresas y otros agentes sociales.
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