Avanzar progresivamente en la universalización del derecho a los servicios y prestaciones básicas, fortalecer el sistema público de servicios sociales y conseguir que éstos sean más ágiles, flexibles y accesibles, son algunos de los principios que inspiran en nuevo modelo de Servicios Sociales Municipales que ha presentado la FEMP para que sirva de referencia a todos las Entidades Locales españolas.
El documento ha sido hecho público en un acto celebrado en la Diputación Provincial de Zamora y es el fruto de un año de trabajo interno de la FEMP, derivado de las conclusiones del Congreso Nacional que tuvo lugar en esta ciudad. Se trata de la primera experiencia en el ámbito de la Administración Pública española para poner en común la realidad de la gestión organizativa y de la nueva configuración que deben tener los servicios sociales locales en el nuevo escenario social.
En la presentación han participado el Presidente de la Diputación de Zamora y de la Comisión de Bienestar Social de la FEMP, Fernando Martínez Maillo, y la Vicepresidenta de esta Comisión y Alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, junto con la Secretaria General de la FEMP, Isaura Leal.
El objetivo del documento es proporcionar a las Entidades Locales las bases de un diseño actualizado de servicios sociales municipales, a partir de las experiencias recogidas y del análisis de los obstáculos detectados, y diseñar un modelo de futuro que tenga en cuenta los procesos de cambio social y que sirva para prestar un servicio proactivo y coherente con las necesidades sociales emergentes. Se trata de una propuesta abierta a la incorporación de mejoras y reformulaciones por parte de los gestores y actores de estos servicios.
La propuesta de la FEMP parte de la premisa de que los servicios públicos sociales tienen una estructura competencial singular, en la que las Entidades Locales adquieren un alto protagonismo y la organización y prestación de estos servicios, y por ello pretende superar las “muy notables” diferencias que existen entre los enfoques, las directrices o la planificación de los servicios sociales adoptados por cada Comunidad Autónoma.
Además de universalizar el derecho a la prestación de servicios sociales y de fortalecer su carácter de servicio público, los autores del trabajo también consideran necesario tener en cuenta las innovaciones que aportan las organizaciones no gubernamentales y el papel del mercado en la provisión de servicios.
El Presidente de la Comisión de Bienestar de la FEMP, Fernando Martínez Maillo, ha explicado que el estudio sobre la nueva configuración de los servicios sociales primarios era necesario, sobre todo tras la aprobación de la Ley para la Autonomía y Atención a las Personas Dependientes, pero también porque el papel de los Ayuntamientos y Diputaciones en este ámbito es cada vez más importante.
Maillo también señaló que los servicios sociales dependientes de las Comunidades Autónomas y de las Corporaciones Locales han tenido poco tiempo para asumir el reto de diseñar la prestación de los mejores servicios a los ciudadanos y que por eso son imprescindibles los debates y las propuestas para las dos administraciones que tienen la responsabilidad de establecer el sistema de acceso y gestión a las prestaciones. “La iniciativa de la FEMP es especialmente oportuna en unos momentos en los que el Ministerio de Sanidad y Política Social y las Comunidades Autónomas están debatiendo sobre el desarrollo y la aplicación de la Ley”, afirmó.
Propuestas para un modelo
El documento presentado por la FEMP en Zamora plantea la elaboración de un plan estratégico, cuyos ejes esenciales serían, entre otros, mejorar la calidad del servicio y de la gestión, el establecimiento de cauces estables de coordinación y cooperación entre todos los interesados, la innovación y la proactvidad, la mejora de las dotaciones de equipos y equipamientos y el avance en la utilización de las nuevas tecnologías y la administración electrónica.
La propuesta recomienda adoptar planes de calidad en los procesos y procedimientos de los servicios y estar alerta a aspectos concretos como los sistemas de presentación y respuesta a quejas y sugerencias, tiempos de espera o condiciones de las instalaciones y equipamientos.
Del mismo modo, considera imprescindible utilizar las nuevas tecnologías y las posibilidades que brinda la administración electrónica si se quiere disponer de un “modelo actualizado” de servicios sociales municipales.
El nuevo modelo pasaría también por recuperar la capacidad de innovación y la proactividad, simplificando la estructura y el organigrama, asegurando la integración del conjunto de los servicios sociales y la coherencia de la planificación estratégica y operativa. En concreto, se propone una estructura simple y flexible, con equipos que funcionen con autonomía y orientada a reforzar la prevención y el trabajo en red.
Sobre este punto, aconseja disponer de un trabajador social por cada 3.000 / 5.000 habitantes; un equipo multiprofesional por cada 4 trabajadores sociales y un modelo de intervención compartido y consensuado con equipos especializados.
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